Cuál ha sido mi sorpresa, cuando en el mes de junio me encontré con un artículo del JAMA, en la sección less is more

The Horrible Taste of Nectar and Honey—Inappropriate Use of Thickened Liquids in Dementia

Y es que lo prometo, esta pregunta maliciosa la teníamos pensado antes de ver publicado este artículo.

Entre nosotros tenemos una «prueba de resistencia» a los residentes mayores que terminan de rotar por subagudos. Es la denominada «triada magnífica»: probar un suplemento nutricional, unos espesantes, y el tramadol solución. Y si el resi ha caído estupendamente bien, ya como colofón se les da la opción de probar un laxante (esto aún nadie lo ha aceptado, pero quien sabe, prepárate XXX …).

Lo curioso es que todos, salvo uno, que siempre hay una excepción, han acabado por no tomar una segunda muestra de los dos últimos, y en especial de los espesantes (la verdad es que los suplementos han mejorado en los últimos tiempos). Eso sí para compensar luego hay una recompensa gastronómica, y si puedo siempre incluyo un postre de la tierruca.

Porque quién escoge entre unos espesantes o el postre de la foto (que por cierto, no tiene espesantes y está entre las siete marravillas culinarias recientemente escogidas).

Pero, esto es la pregunta maliciosa, no un tema, así que ahí va: ¿alguna vez habéis probado algún tipo de espesante?, y ¿cuál es vuestra opinión de tener que tomarlo?.

Yo, la verdad, ya he probado varias veces los espesantes «por placer». No soy tan malo y suelo compartir la experiencia de la triada, eso sí no siempre, y no con todo. Pero sin lugar a dudas me quedo con la quesada.

Pero no sólo yo pienso eso, en el artículo referido al final cuentan la experiencia realizada en California por un grupo de médicos que podéis ver en

http://www.geripal.org/2015/01/the-thickened-liquid-challenge.html

no tiene desperdicio, disfrutadlo.