Hoy terminamos la «parte de teoría» del testamento vital que estamos hablando este febrero con un post que enseña a plantear este tema a nuestros familiares.
Y es que aunque cada vez se habla más del tema de cómo morimos y del testamento vital, aún casi se trata de un tabú, como bien dice un programa de televisión. Y es que se ha perdido el sentido de «normalidad» de la muerte, aunque es el único hecho vital que se produce al 100% de las veces.
Pero a pesar de que todos pasaremos por ello directamente, ¿cómo lo hablamos o se lo planteamos a nuestros familiares?.
Pues siguiendo los pasos siguientes, como podéis ver en the conversation project, o «la Conversación» y que tengo que agradecer a @jordiamblas por habérnoslo dado a conocer. Y es lo que a continuación voy a intentar resumir. Este documento es un formulario, aunque ellos lo llaman «guía de iniciación» que te puede ayudar a plantearte a ti mismo y a los tuyos que pasos hay que dar. Y otra cosa buena, es que también está en castellano, entre otros idiomas. Con lo que a los que el inglés ni fu ni fa, nos va estupendo.
El primer paso es tomarlo con calma, no es necesario hacerlo de una tacada. Cada uno necesita su ritmo, ya sea en una, en varias, o en muchas conversaciones. No se tiene por qué empezar a hablar del tema inmediatamente, lo mejor es empezar a reflexionar sobre ello, con lo que ello conlleva.
Recomiendan por ejemplo empezar por escribir una carta, o simular que se está hablando con alguien. Una vez empezada la conversación real puede suceder que con el que hablamos no está de acuerdo en nuestros pensamientos. Es mas, es normal que pase esto. Y aunque es una obviedad, no todos pensamos igual. Yo mismo con mi pareja hemos tenido esta conversación multitud de veces, y no nos ponemos de acuerdo. Pero sabemos qué tenemos que hacer si al otro le pasa algo. Porque es mejor hablar de la enfermedad, de la invalidez y de la muerte cuando uno está bien, que cuando las prisas por algo trágico no te dejan pensar.
El segundo paso que recoge este formulario es que te ayuda a analizar qué tipo de asistencia sanitaria deseas tener en caso de que te ocurra algo y no te puedas expresar. Qué es importante para ti, tus valores vitales. Si eres de los que deciden todo, o prefieren que sean los demás los que decidan por ti. Si quieres que se les informe o no. Si quieres que hagan todo lo necesario para salvar tu vida, o si como recoge @gesclinvarela en su post No me resuciten por favor eres de los que no quieres que te toquen.
tomado de deathreferencedesk.org
Concluyen este segundo paso con la siguiente frase:
¿Cuáles son las tres cosas más importantes que quiere que tengan claro sus amigos, su familia y/o los médicos/as sobre sus deseos en la etapa final de su vida?.
Más claro el agua. Y repito, cada uno piensa y tiene derecho a pensar una cosa distinta.
El tercer paso es con quién tener la charla, con qué familiar o amigo. Y en qué situación, en un paseo, en una comida… Y sobre todo apuntar qué cosas son las que no se te pueden olvidar, que en general suelen ser las que has respondido al final del paso anterior, y que puedes ver un poco más arriba.
Dan una serie de frases que pueden ayudarte a empezar la Conversación, como por ejemplo:
“Necesito que me ayudes con algo.”
“Estaba pensando en lo que pasó con (amigo, pariente, vecino…) o como murió y eso me ha hecho darme cuenta de que…”
“Aunque hoy me siento bien, me preocupa que un día me pueda pasar algo, y me gustaría estar preparado.”
“Necesito pensar sobre mi futuro. ¿Podrías ayudarme?”
“He estado reflexionando sobre cómo me gustaría pasar los últimos días de mi vida. Me gustaría compartirlo contigo. Y saber cuáles serían tus deseos.”
Por último, una vez que ya se ha llevado a cabo la Conversación, recomiendan que se recoja sus resultados de forma legal, ya sea vía testamento vital o directriz vital avanzada, llamadlo como queráis, o mejor, con tu equipo sanitario a través de la planificación anticipada de decisiones. Para esto también tienen otro documento que podéis ver en la misma página, y que quizás otro día os cuente.
También no quisiera olvidar comentaros que también hay una guía de iniciación específica para ayudar a plantear los cuidados a personas que tienen demencia (esta no está en español) y para niños (sí está en castellano).
Por último me gustaría poneros unos deberes finales. No es que tengáis la Conversación. Aunque mejor si lo hacéis, os lo agradeceréis vosotros mismos no sabéis cuando. El favor, deber suena mal, es que compartéis esta «guía de iniciación», como así lo piden ellos.
Bibliografía:
Algunas respuestas en twitter sobre este tema
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