Para finalizar este curso vamos a hacer una excepción. Habitualmente a este foro vienen invitados blogueros a los que sigo, por lo que es todo un honor que acepten su participación en este blog. Como alguna vez he dicho, este es el apartado del que no paro de repetir estoy más orgulloso. Así que conseguir la colaboración de todos ellos me alegra profundamente.

Pero como decía este mes no viene un bloguero, sino una tuitera a la que tuve el placer de conocer antes personalmente en una comida en el zoo que «virtualmente». Pero es que además, y en este curso en el que varias veces hemos hablado sobre la importancia del ejercicio, es codirectora del vídeo que obtuvo el 2º premio del IV festival internacional de cortos sobre salud comunitaria de @polimedlabs a finales del 2017, y que si no habéis visto no os lo podéis perder.

Pero no vamos a hablar de videos, sino de un libro totalemente recomendable:

“Esconderse en un rincón del mundo”

Entra un paciente, se sienta delante mío, y te ofrece un momento de su vida único, íntimo, auténtico.

Con Adolfo he vivido alguno de esos momentos.

Adolfo es un paciente de consulta de 83 años. Desde hace 12 años es cuidador de sus 3 nietos. Las circunstancias obligan y lo que empezó siendo una ayuda a sus 2 hijas (trabajadoras ambas y con importantes dificultades para conciliar trabajo y crianza) se ha convertido en una co-educación en toda regla.

Adolfo recoge a sus nietos al mediodía en el colegio, les da de comer y los acompaña a las tardes a sus actividades extraescolares.

Muchos fines de semana los nietos duermen con sus abuelos. Sus padres viajan a menudo y no hay mejor lugar para pasar un fin de semana que en casa de los abuelos.

Adolfo es un hombre jovial, extrovertido y entusiasta. Pero su nieto Héctor no.

Tiene 11 años y es retraído, huraño y muy tímido en realidad.

Su abuelo se desespera cuando le ve tan callado. Cree que sufre mucho y que no es capaz de compartir su angustia con quienes le rodean. Y viene a consulta desesperado buscando ayuda y consuelo.

Compartí con Adolfo uno de mis libros preferidos: “Esconderse en un rincón del mundo”

Jimmy Liao plasma como nadie la grandeza de los sentimientos. Sin usar apenas palabras, sus libros son una inyección de belleza y esperanza.

He leído (y admirado) muchos de sus cuentos con mis hijos. Hemos recorrido una y otra vez sus páginas repletas de colores que son capaces de tranquilizar el alma.

Pensé que era un buen libro para compartir con Adolfo y Héctor.

El libro habla de esos “lugares del mundo” a los que vamos cada uno de nosotros cuando sentimos que el resto de personas no nos entienden:

“Puede que no lo sepas,

pero en el rincón del mundo,

en cada gran árbol

se encuentra refugiado un niño

que no encaja en el mundo.

Escuchan atentamente lo que les dicen

sus voces interiores

y así se consuelan”

 

Jimmy Liao suele hablar de niños “diferentes”: niños que no encajan a priori o que tienen actitudes que les hacen sentirse alejados del resto.

No son sólo libros infantiles: son libros dirigidos a todas aquellas personas que buscan entender el comportamiento humano. A personas que se sienten extrañas porque sus sentimientos o sus ideas no encajan con el sentir general de los grupos.

Y Liao hace de cada una de esas personas especiales, un héroe.

Y las conductas y pensamientos que a priori parecerían negativas, las convierte en positivas. Así, los niños de sus cuentos son felices viviendo en sus mundos interiores, rodeados de color e ideas propias.

Aceptar a cada uno tal y como es supone uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos en nuestras vidas. Seguramente Héctor vive actualmente sumido en su rincón de mundo, sin necesidad de tener que compartirlo con nadie. Ni siquiera con su abuelo.

Si queréis perderos en algún rincón del mundo, sin duda los de Jimmy Liao son los más extraordinarios.