Este mes «hemos retrasado» la recomendación de #GeriatriaCultural, en contra de lo habitual. Así que si ya he roto una de las «normas no escritas», voy a romper la otra de buscar un invitado, y la recomendación de este mes me la he reservado para hablaros de un libro.

Y es que este libro cuenta la experiencia personal del primer médico condenado en España por eutanasia.

En este libro el dr Marcos Ariel Hourmann, nos cuenta parte de su historia vital. Historia que ya merecería otro libro, ya que saber cómo un cirujano cardiaco en su Argentina natal acaba trabajando como médico de urgencias en Mora de Ebro (Tarragona) ya da para un libro.

Pero no va de esto el libro como os decía al principio. En este libro se cuenta la historia real de un médico, que acostumbrado a curar y a ver morir gente, el 25 de marzo del 2005 toma una decisión que le ha marcado el resto de su vida. Y es que tras la petición de una señora en situación de terminalidad, es más en situación de agonía, toma la decisión de administrar una medicación letal. Y esta decisión es la que le ha cambiado la vida.

Y de esto va el libro, de los cambios que en su vida le ha producido esta decisión. Y de todo el sufrimiento y persecución, que le ha traído esa decisión puntual. Pero también va de amor, de un amor que le permite sobrellevar todo.

Yo le conozco personalmente desde hace muy poco, y como podéis suponer no es ningún ogro, y menos aún un «asesino exteminador». Sólo es una persona «normal», con una gran conversación (cumple el topicazo que se dice en España de los argentinos), que trabajando de médico, tomó una decisión: ayudar a alguien que le pide ayuda, para acabar con su sufrimiento, en contra de lo que dice la ley. Y por eso se le ha persiguido y condenado.

Sí que os reconozco que este libro no tiene el nivel literario del libro recomendado por @fonenvillamocos del dr Marsh. Pero, al igual que el anterior, este libro no deja indiferente. Te revuelve las tripas, y te hace pensar, que ya es mucho para un libro.

Así que en este mes y pico que hemos estado hablando de la buena muerte o de la muerte digna, no podéis perderos leer «morir viviendo, vivir muriendo».